Bogotá, Diciembre 12 de 2013
Señor
Juan Manuel Santos
Presidente de la República
Bogotá
Asunto: Carta abierta para que se
protejan la esencia del Estado de Derecho y la Constitución Nacional
Señor Presidente:
Suscribimos esta
comunicación colombianas y colombianos que, con compromiso ambientalista y
desde distintos escenarios del acontecer nacional, nos dedicamos a construir
condiciones propicias para que la vida, en todas sus manifestaciones, pueda
desarrollarse en Colombia con calidad y dignidad.
Somos conscientes de
que un ambiente sano para la vida, y en particular para la vida humana,
requiere de múltiples factores como la calidad del agua y del aire, la
integridad y diversidad de los ecosistemas y el suelo sin contaminar, pero
también de la existencia de una paz real basada en la eficacia de un Estado de
Derecho cuya principal función sea la promoción y protección efectiva de los
derechos de todas las personas que formamos parte del territorio nacional y que
solo es posible en el marco de una construcción social y democrática.
La Constitución
colombiana, tanto en múltiples artículos puntuales como en su espíritu general,
elimina cualquier posibilidad de discriminación por razones étnicas, de género,
de edad, de credo o de circunstancias de carácter económico, político y social,
y consagra el derecho fundamental a la vida y todos los derechos necesarios
para que el ejercicio de ese derecho no sea retórico sino real.
Al amanecer de hoy 13 de Diciembre de 2013
(No, las fotos no van en la carta al Presidente)
Nos unimos, en
consecuencia, a las voces de miles de personas que hoy expresan su preocupación
por la manera como, bajo una fachada de aparente constitucionalidad, el señor
Procurador General de la Nación viene ejerciendo sus funciones de control,
atropellando los pilares mismos que inspiran y justifican la Constitución
Nacional.
Como ciudadanos y
ciudadanas que creemos en la democracia, reclamamos respeto a la legitimidad
que le otorgamos al poder político cuando asistimos a las urnas y que fue
desconocida por un acto administrativo a todas luces contrario a la Carta
Política y al Pacto de San José, signado por Colombia, que al formar parte del
bloque de constitucionalidad impera sobre las normas internas del país.
La destitución del
Alcalde de Bogotá no es una decisión aislada sino un eslabón más de una cadena
de actuaciones que atentan contra los derechos sexuales y reproductivos de las
mujeres, el derecho al libre desarrollo de la personalidad, los derechos de las
minorías, los derechos colectivos a un ambiente sano, los derechos de los
animales, la adaptación al cambio climático, el derecho a una administración
equitativa de la Justicia y los derechos de quienes libremente han elegido
opciones sexuales que, en opinión del Procurador, no merecen protección legal
por parte del Estado ni respeto por parte de la sociedad.
Usted es consciente,
señor Presidente de la República, de que la destitución del Alcalde Mayor de
Bogotá forma parte de un proyecto ideológico que tiene como fin último la
derogatoria de la Constitución Política y la implantación de un régimen en el
cual desaparezca cualquier amago de oposición en cualquier campo y cualquier
expresión de libertad y de diversidad.
Bien sabe usted que uno
de los objetivos inmediatos en la mira de quienes, desde orillas extremas
opuestas, se empeñan en socavar el régimen democrático, es la destrucción del
proceso de paz. A pesar de las múltiples dificultades que atraviesa, ese
proceso al cual usted le está apostando, constituye la única esperanza de que a
las próximas generaciones de colombianas y colombianos no se les niegue, como
se nos ha negado a las cinco generaciones anteriores, el derecho a ser parte de
un país en paz.
No le reconocemos al
Procurador General de la Nación ninguna legitimidad para invocar
consideraciones ambientales como fundamento de decisiones como la de
destituir e inhabilitar políticamente al
Alcalde de Bogotá, La gran mayoría de las actuaciones del Procurador que han
tenido alguna relación con el ambiente, han sido claramente adversas a los
derechos ambientales de la comunidad y contrarias al deber del Estado de
proteger la integridad y diversidad de los ecosistemas colombianos.
Las decisiones de la
Procuraduría en los casos de los proyectos mineros en Santurbán y La Colosa, de
los acuíferos del río Tunjuelo (Bogotá), del proyecto hidroeléctrico de El
Quimbo y la declaratoria del área de reserva forestal del Borde Norte en
Bogotá, sumadas a la ausencia de intervenciones eficaces frente, por ejemplo,
el otorgamiento de títulos mineros en territorios étnicos, áreas protegidas y
ecosistemas estratégicos, demuestran de qué lado se encuentra ese organismo de
control frente al tema ambiental.
También al atardecer de hoy Viernes 13 de Diciembre
Con fundamento en lo
anterior, solicitamos a usted que haciendo uso de todas las herramientas que le
otorgan la Constitución, la Ley y los convenios internacionales de los cuales
forma parte el país, incluida la facultad para invocar la Excepción de
Inconstitucionalidad, se abstenga de tomar cualquier decisión que avale y
legitime la manera como se están pretendiendo bombardear desde adentro tanto el
Estado de Derecho como la Constitución Nacional.
Hoy es el caso de la destitución y
condena a muerte política al Alcalde de Bogotá. Ayer han sido otros muchos
casos con menos visibilidad y, de avalar hoy expresa o tácitamente, esa
decisión desde el Poder Ejecutivo que usted representa, mañana van a ser
muchísimos más.
Si Usted, como Jefe de
Estado, que al igual que el Alcalde de Bogotá también es legitimado por la
voluntad popular, no interviene en defensa de quienes creyeron en la
posibilidad de que se fortaleciera la democracia y se alcanzara la paz,
continuaremos sumidos en este estado de cosas que se pretende justificar con
consideraciones políticas disfrazadas de argumentos jurídicos, que sirven de
excusa para desconocer los derechos humanos y la justica social.
De usted, respetuosamente,
SIGUEN FIRMAS
2 comentarios:
Gustavo.
Sobrecogedora su Carta. Sobrecogedora, porque dice lo que muchos pensamos sobre una de las jugadas políticas más polémicas de los últimos lustros en Colombia, y porque se lo dice nada más ni nada menos que al presidente Santos. No sé qué tan conscientes somos los colombianos con respecto a nuestro papel como sujetos políticos de nuestro tiempo y a lo que consagra la Carta Magna, pero definitivamente tenemos mucho que aprender al respecto sobre cómo hacer valer nuestros derechos y cumplir con nuestros deberes.
Independientemente de si Gustavo Petro nos gusta o no, es un líder político y un referente popular que quiere sacar a sombrerazos el procurador Alejandro Ordóñez, en desmedro de la voluntad ciudadana que lo eligió e, incluso, del ordenamiento jurídico. Y el presidente ha guardado un sospechoso mutis por el foro con respecto a este controvertido y espinoso asunto.
Lo más probable es que nuestra democracia sobreviva a este golpe, pero de seguro va a quedar seriamente averiada, y va a haber un país debilitado que dejarle a las próximas generaciones. De todos nosotros dependen los efectos residuales. Excelente Carta Abierta. Gracias.
Mario @MiremosaVer
Más clara no podría estar nuestro rechazó total a todas y cada una de las decisiones que ha tomado el Sr. Procurador desde su posesión. Hoy es manifiesto ante la presidencia de la república el poder tener la oportunidad de lograr nuestra tan anhelada paz que ha sido el toldillo de nuestra generación del 57 y otras tantas.
Gracias Gustavo por tan elocuente escrito.
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